De hecho, detrás del diseño original de costumbre, el nuevo Logos MKII oculta la introducción de una serie de nuevas soluciones de algunas cosas, con el fin de mejorar aún más el sonido del amplificador y otras para satisfacer la demanda de versatilidad y flexibilidad que una clientela exigente que también está presente en dispositivos de gama alta. En cuanto a la primera clase de soluciones adoptadas en el nuevo Logos encontramos un aumento de la tensión de polarización de ánodo de las válvulas con el fin de optimizar el punto de trabajo de la misma obteniendo una mayor linealidad y por lo tanto una mejora general del sonido y en particular un aumento de la consistencia y definición. Una fuente de alimentación estabilizada para las válvulas de preamplificación y una colocación más precisa de condensadores electrolíticos a través de la ruta de señal (y en particular cerca de cada MOSFET) permiten tener una valiosa reserva de “energía rápida” que mientras se escucha, obtenemos una mejor dinámica, detalle y sentido del ritmo.
Existen numerosas innovaciones también con respecto a la ergonomia que ayudan gratamente el propietario en el uso del amplificador, encontramos: los niveles de volumen se pueden almacenar para cada entrada, una diferenciación de ganancia entre las entradas digitales y analógicas con el fin de asegurar la homogeneidad de nivel entre las diferentes fuentes utilizadas, la función de espera desde el mando a distancia respetuosa con los límites de consumo de energía impuestas por las normas más recientes de la CEE, la capacidad de poseer un DAC (opcional) de alta calidad de resolución de 192Khz/24-bit integrado en el dispositivo. También aumenta el ya amplio conjunto de conexiones con la adición de 2 entradas digitales S/PIDF y 1 entrada USB que permiten, junto con el DAC interno (opcional), una versatilidad en el manejo de fuentes digitales muy significativa y que participan con el Logos MkII de ser un amplificador ideal para el uso de la música digital.
También se ha aplicado una nueva protección contra cortocircuitos y sobrecargas gracias a un sensor de efecto Hall que permite al dispositivo protegerse contra cortocircuitos causados por los altavoces y por el mal funcionamiento interno; así se preservan también los altavoces y al mismo tiempo no se disminuye la calidad de la señal musical. Recordemos que el Logos es un amplificador híbrido de 110W por canal @ 8 ohms y 220 vatios @ 4 ohms con una etapa previa a válvulas ECC88, la etapa final es MOSFET en clase AB fuertemente polarizada, la señal es totalmente balanceada hasta las válvulas, de esta manera le permite aprovecharse al máximo de fuentes balanceadas como el Pathos Digit y el Pathos Endorphin, control de volumen digital con circuitos analógicos puramente resistivos y entradas y salidas de impedancia constante, transformador encapsulado laminado de resina para mantener a cero las dispersiones, el brillo de la pantalla es ajustable y todas las funciones son controladas por un mando a distancia.